Para empezar esta nariz era principalmente un caso de rinoplastia étnica muy difícil de rasgos de sangre andinos o latinoamericanos, como son el pobre soporte de punta, septum corto, narinas ensanchadas, punta indefinida, punta sobrerrotada, etc; era un caso para una rinoplastia étnica abierta estructural compleja en la cual debieron haber sido aplicadas técnicas avanzadas, incluyendo múltiples aportes de injertos.
Sin embargo el caso recibió una rinoplastia estándar y de muy mala calidad con muy mala ejecución, errores de juicio, indicaciones erróneas y errores técnicos que agravaron sus problemas congénitos o crearon otros nuevos; los problemas más notables de esta revisión fueron una mezcla de características étnicas y deformidades iatrogénicas o causadas médicamente, entre las que se encontraban una deformidad en techo abierto, partes faltantes de los huesos nasales en las paredes de la pirámide nasal, deformidad en V invertida más bóveda intermedia pinzada, múltiples irregularidades visibles en el dorso, giba persistente, colapso de punta, prominencia de suprapunta o deformidad en pico de loro, nula definición de punta, pinzamiento nasal y colapso de la válvula nasal con dificultades respiratorias, retracción y muesca del borde alar, colapso del borde alar, nariz porcina y punta nasal hacia arriba, narinas prominentes no tratadas etc; todo en un contexto de piel muy delgada que empeora las deformidades y la dificultad de su corrección.
La rinoplastia de abordaje abierto fue obligatoria para comenzar con una visualización completa de las estructuras, los daños y una limpieza quirúrgica meticulosa de la fibrosis y el desbridamiento de los tejidos inestables y los elementos anatómicos dañados; se encontró que las cruras laterales de los cartílagos laterales inferiores habían sido accidentalmente cortadas y dañadas, estaban congénitamente adelgazadas y las cruras mediales eran débiles y de poco soporte; el septum caudal había sido recortado y su cortedad se había agravado.
Una vez que se identificaron los problemas y se prepararon los tejidos receptores se tomaron injertos cartilaginosos del septum nasal profundo y de ambas conchas de la oreja; las porciones de cartílago se distribuyeron, prepararon, tallaron para adaptarse a la anatomía planificada y se suturaron en su lugar.
Se usaron injertos para realizar un injerto septocolumelar en forma de L actuando al mismo tiempo de injerto de extensión caudal, injerto espaciador o ensanchador y tutor columelar, todo en uno, proporcionando así longitud nasal, derrotando la punta, soportando la punta y corrigiendo la V invertida y el pinzamiento de la bóveda intermedia; se realizaron osteotomías de huesos nasales para fracturar hacia dentro las paredes nasales y cerrar el techo abierto.
Luego se aplicaron injertos en listón de cruras laterales para reforzarlas, alisar su contorno dañado y corregir las irregularidades del contorno alar y su retracción.
Con la ayuda de un par de mini injertos de extensión de punta los domos de los cartílagos alares se posicionaron y aseguraron sobre ellos y el septum caudal recién extendido con una maniobra de la lengüeta en ranura, con sus pertinentes plastias y plicaturas.
Finalmente, y debido a los fragmentos faltantes de huesos nasales y las características transparentes de la piel dorsal, se consideró necesario agregar una capa de camuflaje como el injerto de fascia temporal superficial, tomado para tal fin y colocado en todo el dorso y las paredes nasales, lo que llevó a un gran éxito postoperatorio en su papel de suavizar el contorno visible de la nariz.
Al final de los procedimientos el ensanchamiento alar se corrigió por medio de resecciones de cuña alar de una manera asimétrica para mejorar la simetría.
El resultado final visible en las imágenes es totalmente exitoso, mostrando una nariz totalmente nueva libre de etnicidades, con una buena longitud, la columela horizontal y la punta bien situada y derrotada, buena forma y proyección de punta, sin colapso de los bordes alares, narinas o válvula nasal, buena respiración, todas las deformidades y la pirámide en el dorso corregidas y no se ven irregularidades.
Es notable cómo, a pesar de que se extrajo la cantidad máxima disponible de cartílago de ambas orejas, el aspecto postoperatorio del pabellón auricular es perfecto y no hay signos de tal extracción ni están presentes deformidades, sin cicatrices anteriores, sin caída, todos los relieves naturales de la oreja han sido respetados y no se rompe el contorno; extraer cartílago de la oreja en rinoplastias no es una maniobra trivial y en caso de que no se ejecute correctamente puede provocar deformidades adicionales que requieren reparación o incluso una reconstrucción compleja.
El escenario de dificultad de este caso es el más alto entre las rinoplastias de revisión de resultados, requiriendo el máximo grado en habilidades, experiencia, excelencia, creatividad y minuciosidad.
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