La mayoría de las narices filipinas se caracterizan por una serie de aspectos muy típicos, como la nariz muy corta envuelta en una cubierta cutánea gruesa y no expansible, lo que hace que cualquier maniobra de alargamiento y aumento sea muy desafiante, limitada y rebelde; el mejor ejemplo es este caso en el que la piel es terriblemente gruesa e inelástica, para una nariz dramáticamente corta que necesita alargamiento y aumento masivos; el dorso era, afortunadamente, óptimo y no necesitó corrección.
Una vez que se tallaron colgajos rotacionales de alargamiento de columela y el abordaje abierto se pudo acceder al septum, lo que confirmó su déficit masivo; los cartílagos laterales o alares inferiores eran, como es habitual en pacientes asiáticos, delgados, débiles y sin contribuir al soporte; los cartílagos laterales superiores o triangulares eran igualmente cortos y problemáticos.
Se tomaron injertos desde el septum profundo y ambas conchas auriculares; estos elementos cartilaginosos se tallaron según las demandas anatómicas consideradas adecuadas intraoperatoriamente.
Con posterioridad la primera etapa reconstructiva fue alargar el septum a un ángulo nasolabial deseable, por medio de un injerto de extensión septal tipo uno a uno e injertos septocolumelares en forma de L dobles o pareados para construir un pilar confiable, fuerte y de apoyo sobre el cual se pudiera ensamblar la nueva nariz.
Un injerto extendido de punta y columela en bloque sirvió como reconstrucción de punta y remodelación columelar, suturada al septum caudal previamente construido.
Las cruras laterales se reposicionaron y transpusieron como injerto de extensión caudal de los cartílagos triangulares, a fin de proporcionar cobertura esquelética a las paredes nasales alargadas.
Unos injertos de extensión caudal de las cruras laterales actuaron como nuevas cruras laterales y como injertos de contorno del borde al mismo tiempo, de modo que también se bajaron los márgenes de las narinas.
Finalmente los colgajos columelares de alargamiento se rotaron y por lo tanto las fosas nasales se redujeron indirectamente; no obstante la enorme tensión del cierre, debido a la piel inelástica y al aumento masivo, condujeron a la apertura de la herida y una cicatrización retardada, si bien satisfactoria al final; este es un problema típico en los cierres a tensión después de alargamiento nasal o procedimientos de aumento.
Los párpados superiores asiáticos se manejaron utilizando la versión modificada y más actualizada de la técnica de Park de epicantoplastia y zetaplastia, lo que permite la erradicación del epicanto y el despejamiento o exposición del lacrimal o carúncula.
La técnica para el párpado doble fue evidentemente incisional para poder eliminar el exceso moderado de piel, eliminar la prominencia de las bolsas de grasa y crear el neo pliegue tarsal o doble párpado, usando suturas internas para unir la piel al cartílago de la placa tarsal superior.
El aspecto postoperatorio radicalmente cambado y espectacular necesita poco comentario; la nariz adquirió la longitud mínimamente aceptable, la punta se redefinió y el ancho se redujo; los nuevos párpados también aumentan la belleza de la paciente y su equilibrio facial general es totalmente nuevo y atractivo.
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