Las mamas de la mujer desempeñan un papel fundamental en la autoestima, la percepción de la feminidad, la confianza psicológica, la esfera sexual, la asignación de género y la aceptación de la morfología del cuerpo.
La mama grande hereditaria o la hipertrofia mamaria adquirida puede ser debida a razones genéticas, hormonales, reproductivas, quirúrgicas y de oscilación de peso. La hipertrofia mamaria puede clasificarse como ligera cuando la masa mamaria está sólo un poco por encima de la normalidad y no produce alteraciones físicas o psicológicas, leve cuando es netamente grande pero aún aceptable para la mayoría de las mujeres, moderada cuando la mayoría de las mujeres y los médicos lo consideran una carga física que conduce a una deformidad antiestética, severa cuando la hipertrofia mamaria es una gigantomastia que afecta no solo psicológicamente sino también físicamente a la mayoría de las pacientes con dolores de cabeza, cuello, hombros y espalda, escoceduras por rozamiento debajo de los senos y dificultad para mantener una higiene óptima y extrema si los senos son de tamaño monstruoso y se convierten en un impedimento para las actividades diarias de la mujer junto con trastornos físicos y dolores de alta intensidad; la idoneidad de la cirugía de hipertrofia de los senos (teniendo en cuenta las siempre desagradables cicatrices implicadas) y la indicación de la técnica quirúrgica correcta depende del grado de sobredimensionamiento de los senos. Como regla general, puede decirse que los grados ligeros de hipertrofia mamaria no necesitan y no justifican ningún tratamiento; los casos leves pueden seguir el mismo protocolo de tratamiento, y solo las pacientes extremadamente motivadas, bien conscientes de las cicatrices e informadas deben recibir tratamiento de la hipertrofia mamaria; grados moderados de macromastia comienzan a ser una indicación genuina de tratamiento de hipertrofia, aunque no todas las mujeres lo deseen o lo necesiten; los senos severamente bajos requieren mucho la reducción de los senos, de todos modos, algunas pacientes seleccionados pueden preferir senos muy grandes y antiestéticos, pero de tamaño satisfactorio como precio para evitar las cicatrices de la corrección de la hipertrofia mamaria; finalmente, los grados extremos de la gigantomastia mamaria requieren, como una indicación obligatoria, las cicatrices y el tratamiento para reducir el tamaño de los montículos mamarios, con o sin aumento con implantes mamarios asociados, en caso de que los senos sean de tipo péndulo.
Como un gesto quirúrgico asociado, el paciente puede optar por el tratamiento con prótesis mamarias de un pecho objetiva o subjetivamente, total o parcialmente vacío con cierto cantidad de piel sobrante tiene que personalizarse para lograr el aumento deseado en el tamaño y la forma preferida de los senos, expandir la piel del pecho, llenar el polo superior, lograr un escote completo, remodelar los senos y equilibrar todas las estructuras anatómicas mamarias afectadas.
El mejor y más actualizado tratamiento para el pecho excesivamente desarrollado es la mamoplastia de reducción con cicatrices en patrón chupachups vertical o ancla T invertida y, en algunos casos, si la mama está hueca y la paciente desea plenitud del polo superior y el escote, con mamoplastia de aumento con implantes mamarios rellenos de gel de silicona cohesivo, redondos o de forma anatómica, recomendables con una superficie de la cubierta texturizada colocados en el plano subfascial, simultáneamente a la ejecución de la mamoplastia de reducción.