Los injertos de alargamiento del septum caudal son una herramienta esencial en rinoplastias estructurales, étnicas, hechas a medida, secundarias de revisión de resultados y reconstructivas, siempre que el septum nasal es corto y produce un desequilibrio de la pirámide nasal y la punta, produciendo deformidades como síndrome de nariz corta, sobre rotación de punta, nariz porcina, punta nasal volteada, ciertas etnicidades, columela hundida, punta mal soportada y definida, etc.
El septum caudal es un elemento fundamental en la forma nasal, por lo tanto, cualquier rinoplastia debe tener como objetivo preservar dicha característica, mejorarla o repararla si está dañada; además, el septum es el principal punto de apoyo para muchas otras técnicas subsidiarias de rinoplastia que necesitan un septum firme y bien equilibrado para tener éxito.
Dicho esto, existen diferentes métodos y estrategias para alargar, reconstruir, aumentar o reparar un septum, que rara vez son maniobras puramente dirigidas al alargamiento septal; en la gran mayoría de los casos que un septum necesita alargamiento es para ser utilizado como pilar del que dependen otras estructuras anatómicas.
Esto explica la variedad de opciones existentes para agregar soporte con injerto de cartílago en el septum caudal, siendo los sitios donantes ideales el septum nasal, la concha de la oreja y la costilla; el más básico es el injerto de alargamiento septal uno a uno, que consiste en un injerto trapezoidal y plano suturado al borde caudal del septum, que proporciona una fuerza de soporte leve a moderada, lo que lo hace adecuado cuando la longitud que se gana no es mucha y la piel y la nariz suprayacentes no son muy firmes y rígidas.
Si se requiere un soporte más firme se fijan un par de injertos de extensión caudales entre los cartílagos laterales superiores y el septum del dorso, actuando al mismo tiempo como injertos separadores del dorso o espaciadores; de hecho, solo un solo injerto de extensión caudal puede ser suficiente si es firme y lo suficientemente fuerte y no se desea una gran extensión dorsal; en esta modalidad la potencia de soporte es muy alta, principalmente si los injertos son cartílagos fuertes, ya que los injertos de extensión caudal están soportados no solo por el septum restante sino también por las paredes cartilaginosas de la pirámide nasal, lo que hace que esta opción sea óptima cuando la piel y la nariz están realmente colapsadas y sin apoyo.
Una evolución del anterior es el injerto de septocolumela en el cual se ensamblan un par de injertos de extensión septal caudales con un injerto de punta de soporte vertical formando un andamio en forma de L que alargará el septum nasal y proporcionará alargamiento o proyección de la punta nasal.
Existen otras necesidades atípicas de extensión septal, personalizadas para cada caso particular, compartiendo todas ellas el mismo objetivo para agregar una proyección adicional al septum en cualquier dirección espacial deseada, en mayor o menor medida.
Se considera una técnica altamente exigente de alta dificultad, que consume mucho tiempo en la sala de operaciones y es bastante artística en términos de su versatilidad, lo que permite un despliegue completo de la creatividad remodelando narices.
Este gesto se puede realizar mediante rinoplastias de abordaje tanto cerrado como abierto, no obstante el abordaje abierto es una obligación por la seguridad, confiabilidad y precisión de su ejecución
Advertencia a los pacientes: solo los cirujanos altamente experimentados que se han sometido a un entrenamiento óptimo y que ya han realizado una gran cantidad de rinoplastias estructurales y no estructurales por vía cerrada y abierta deberían realizar casos de rinoplastia de alto nivel, siempre que se sientan capaces y cómodos con el desafío.