La blefaroplastia reconstructiva es un duro reto al máximo nivel de complejidad por encima de los párpados de blefaroplastia secundaria que une técnicas de la cirugía plástica reconstructiva mayor, agravada debido a algunas lesiones muy específicas, daño a los tejidos, ausencia de elementos anatómicos, resección excesiva o recorte de algunas partes esenciales, desvascularización, fibrosis masiva, necrosis, calcificaciones, pérdida, encogimiento o contracción de la cubierta externa de la piel o el revestimiento interior que recubre el párpado, técnicas aplicadas con falta ausente o incorrecta indicación, graduación, calibración o ejecución, sitios donantes de injertos desperdiciados o dañados, mal juicio estético, pérdida de pilares críticos de soporte, balance inadecuado, hallazgos intraoperatorios imprevisibles y otros factores, que requieren un desbridamiento meticuloso y limpieza del tejido inestable, fibrótico y necrótico para identificar las estructuras viables y eliminar las que no lo son, la realización de un diagnóstico final de la situación para planificar la estrategia de reparación técnica definitiva y lograr un lecho receptor para los injertos sano y bien vascularizado, más necesidades de aporte de estructura adicional con injertos de cartílago y piel que a menudo involucran a la oreja como sitio donante, injerto de fascia o tendón y otros, y eventualmente requiriendo la suma de cobertura fresca cutánea o mucosa con injertos o colgajos; cuanto más profundos y extensos sean los daños de las estructuras internas, la cubierta exterior y el revestimiento del párpado será mayor la complejidad, más exigente en invención y creatividad, menores serán las posibilidades de reparación completa, mayor será el tiempo quirúrgico y más incrementados se verán los costes.
Algunas de las técnicas más comunes aplicadas en la blefaroplastia reconstructiva son los injertos de piel y mucosa, injertos simples de cartílago o compuestos de cartílago-mucosa y cartílago-piel tomados del septum nasal o la concha auricular, injertos de tendones de la muñeca, injerto de fascia temporal profunda o superficial y otros, cantoplastia, cantopexia, procedimiento de la tira tarsal, cabestrillo de suspensión, resección en cuña, plicatura o suturas, plastias y colgajos locales, suspensión frontal, motorización con transferencia tendinosa, pesas de placa de oro, tarsorrafia y otros procedimientos personalizados o de cirugía plástica oftálmica u oculoplástica.
Los escenarios típicos en los que se realiza una blefaroplastia reconstructiva son el exceso persistente o la excesiva eliminación de piel, músculo y bolsas de grasa, cicatrices mal ubicadas, exposición escleral, ectropión, retracción tarsal del párpado superior e inferior, deformidad en ojo redondo, entropión, párpado superior caído, déficit o retracción de piel y mucosa, la ausencia de cartílagos tarsales, mutilaciones oncológicas y otros.
Esta cirugía de reconstrucción de párpado normalmente se lleva a cabo mediante el abordaje abierto en el lado de fuera sobre la piel exterior, parches, áreas adyacentes y otros; cicatrices adicionales bien escondidas dentro de la nariz, detrás de la oreja, dentro del cuero cabelludo de la sien pilosa, bajo la muñeca y otros que podrían ser necesarios como sitios donantes de cualquier material injertado; en caso de que se usen colgajos o injertos de piel y mucosa sus zonas donantes mostrarán cicatrices explícitas e inestéticas.
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